MYTH OF GOLD # 3

AMBROSIA CAPITALISM # 3

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Ares, under his alter ego name Tony Mars, became the main supplier of weapons of mass destruction. He sold them to the highest bidder. Although the group with more funds was the radical terrorist group Ultra-Peloponnese that carried out fundamentalist attacks worldwide. Dionysus, under the alter ego of Victor Bacchus of age 13, became a drug dealer by creating a potent drug called vitalin; processed from a psychedelic grape variety that causes hallucinations, the sedation characteristics of wine and a level of euphoria similar to heroin. He made the kilos in grape bunches and hired women smugglers that he called Bacchaes to sell on the street. Aphrodite, under the alter ego of Veronica Venus, opened a brothel with prostitutes who made customers fall in love with them. She also took care of Hermaphoditus who, at first, was merely pleased in having clothes in exchange for the ambrosia transformations. Ares and Dionysus also gave him gifts such as war and criminal oriented video games and board games. Hermaphroditus had an evil personality and admired the dirty business of his mother and uncles. But, in the case of both traffickers, they were only interested in having their nephew entertained to be able to pursue their own goals.

On the other side of morality, the responsible gods suffered more complications. Apart from the minimum wage gained by the three in their legal jobs, the actions of the criminal gods directly influenced in their affairs. For Fred Phoebus, aka Apollo, the bars where he played his music were full of spectators addicted to Dionysus’vitalin. Sophia Minerva, aka Athena, discovered that a large part of the students she taught were beginning to carry assault weapons from Ares. In the case of Danielle Diana, aka Artemis, there were more and more cases of violence against married women whose husbands happened to attend Aphrodite's brothel. Mainly because of the false love they focused on the prostitutes and the consequent hatred that they displaced towards everything else.

Zeus and Hera, who traveled under the pseudonyms John Jupiter and Laura Juno, were looking for the Fates in Delphi within the grand universe of casino hotels that replaced the ancient Oracle. They went from one to the other without any success. Personally, John noticed the most attractive woman in every casino he entered, pretending to woo them all. He knew he needed his powers for it and to do it without Laura being aware. In regards to the money he would use and his own absence. For the first, John played a part of their money on the roulette and doubled it by cheating the ball with electromagnetism. For the latter, he used the same skies to teleport between casinos and locate his women. In advance, Zeus already knew the style of man that every woman lookedf for judging from their looks, conversations and the style of clothes they wore. He shapeshifted himself in the man of their desires and slept with each one. In the case of married women, he took the shape of the husband. 

But upon returning to the hotel, Laura was awake and angry. Although she had no real proof, she knew perfectly well what he had done. Perceiving her knowledge on the facts, Zeus offered to sleep on the sofa in the next room. To which his wife, in the form of Hera, replied that the gods had worse punishments than to make their partner sleep on the couch. He froze him from the waist down, inflamed his body from the stomach up to the neck, complicated his breathing by removing oxygen from the air and summoned a small scorpion on his tongue that would not sting him as long as he did not move or speak. And like Prometheus in chains, Zeus suffered the four elements of his wife’s punishment to then regenerate and feel pain again and again until dawn. Now John Jupiter would think twice before cheating on Laura Juno.

AURÓPOLIS

CAPITAL AMBROSÍA # 3

Ares, bajo su alter ego de Tony Marte, se volvió el principal proveedor de armas de destrucción masiva. Las vendía al mejor postor. Aunque el grupo con más fondos era el grupo terrorista radical Ultra-Peloponeso que realizaba atentados a nivel mundial. Dioniso, bajo el alter ego de Víctor Baco de 13 años de edad, se volvió narcotraficante creando una droga potente llamada vitalina; procesada de una uva psicodélica que causaba alucinaciones, sedaba como el vino y daba un nivel de euforia semejante a la heroína. Fabricaba los kilos por racimos y contrataba a mujeres traficantes que llamó bacantes para venderlas en la calle. Afrodita, bajo el alter ego de Verónica Venus, abría un burdel con prostitutas que enamoraban a los clientes. Asimismo, se encargaba del cuidado de Hermafrodito que, en un principio, se limitaba a pedir ropa a cambio de las transformaciones de ambrosía. Ares y Dioniso también le obsequiaban regalos como videojuegos de guerra y juegos de mesa. Hermafrodito tenía una personalidad maléfica y admiraba los negocios sucios de su madre y sus tíos. Pero, en el caso de ambos traficantes, sólo les interesaba que su sobrino estuviese entretenido para poder llevar acabo sus propios objetivos. 

En el otro lado de la moralidad, los dioses responsables sufrían más complicaciones. Aparte del salario mínimo del que gozaban los tres por sus trabajos legales, las acciones de los dioses criminales influían directamente en sus asuntos. Para Fernando Febo, alias Apolo, los bares donde tocaba su música estaban repletos de espectadores adictos a la vitalina de Dioniso. Sofia Minerva, alias Atenea, descubría que gran parte de los estudiantes que enseñaba empezaban a portar armas de Ares. En el caso de Daniela Diana, alias Artemisa, había cada vez más casos de maltrato a mujeres casadas cuyos maridos casualmente atendían el burdel de Afrodita. Principalmente por el falso amor que centraban en las prostitutas y el consecuente odio que desplazaban hacia todo lo demás. 

Zeus y Hera, que viajaban bajo los pseudónimos Juan Júpiter y Laura Juno, buscaban a las Moiras en Delfos dentro del gran universo de casinos y hoteles que reemplazaban el antiguo Oráculo. Pasaron de uno a otro sin éxito. Por su lado, Juan se fijaba en la mujer más atractiva de cada casino al que entraba, pretendiendo cortejar a todas. Sabía que necesitaba de sus poderes para ello y hacerlo sin que Laura tuviese conciencia de ello. Tanto del dinero que utilizaría como su ausencia. Para lo primero, Juan jugó una parte del dinero a la ruleta que duplicó trucando la bola con electromagnetismo. Para lo segundo, utilizó los mismos cielos para teletransportarse entre casinos y localizar a las mujeres. De antemano, Zeus ya sabía el estilo de hombre que buscaba cada mujer por sus miradas, conversaciones y estilo de ropa que vestían. Se transfiguraba en el hombre de sus deseos y se acostaba con cada una. En el caso de las mujeres casadas, tomaba la forma del marido. 

Pero al volver al hotel, Laura estaba despierta y enfadada. Aunque no tenía pruebas, sabía muy bien lo que había hecho. Zeus, intuyendo esto mismo, le ofrece dormir en el sofá del cuarto adjunto. A lo que su esposa, en forma de Hera, le contestó que los dioses tenían peores castigos que hacer a su pareja dormir en el sofá. Lo congeló de la cintura para abajo, incendió su cuerpo del estómago al cuello, complicó su respiración quitándole oxígeno al aire y apareció un escorpión pequeño en su lengua que no le picaría siempre y cuando no se moviese o hablase. Y como Prometeo Encadenado, Zeus sufría por los cuatro elementos conque lo castigaba su mujer para luego regenerarse y volver a sentir dolor una y otra vez hasta el amanecer. Ahora Juan Júpiter se pensaría dos veces antes de engañar a Laura Juno.